En la segunda mitad del siglo XV, el Reino de Valencia de nuevo se enfrentó a sus incómodos vecinos del norte, los catalanes. Estos se levantaron contra el monarca aragonés.
La rebelión catalana fue la principal causa de la decadencia de la Corona de Aragón. Los catalanes se aliaron con Francia y con Castilla contra los valencianos, aragoneses y mallorquines, explica el profesor Ricardo García Moya.
El capellán de Alfonso el Magnánimo, en su Dietario, escribió:
“Digous, a XXXVI de noembre e any LXVI, toquada la oracio, per Valencia foch feta crida com lo Rey de França avia cridat en França la guerra contra lo rey de Arago e terres e gents del dit rey a foch e sanch, de la qual cosa Valencia e tot lo regne an gran tresticia e dolor; consident los tans e tans grans mals que per causa del cathalans ha en la major part de Spanya e casi tota divisio dels reys, regnes, de terres, de senyors, discordia en mala voluntad ¡e qui pot dir ni estimar les persones que per causa de vostra llibertat son mortes! e quants son fora de sos regnes perdent, presones, bens, heretats ¡e quantes senyores dones e donzelles envergonyides, e van desolades ¡o catalans! e quant ni en quin temps aurem reparat tals actes criminosos”.
Estas lamentaciones estuvieron motivadas por la guerra entre catalanes y valencianos, que en 1462 era una lucha generalizada. Los valencianos tuvieron que soportar los ataques de catalanes y castellanos.
La Real Senyera presidía la salida de las tropas desde Valencia y en algunas ocasiones fue con ellas a los combates. Iba siempre escoltada por la compañía del Centenar de la Ploma que la protegía y salvaguardaba.